Te dicen que aguardes tu turno, que tengas un poco de paciencia y aceptes cuál es tu lugar. Debes asumir tu papel en la obra, por pequeño que sea y aprender a esperar tu oportunidad, porque todo llega a su debido tiempo y no hay que tener prisa. No te preocupes si tarda demasiado, si algo no ha ocurrido aún es porque no era su momento y si tiene que pasar acabará pasando tarde o temprano, según dicen. Es el destino o algo parecido, te aseguran. Por eso, desde pequeño te enseñan a escuchar en silencio, a cumplir las normas rigurosamente sin poner objecciones hasta que ya no eres consciente de que estás obedeciendo y llegas a creer que haces lo que quieres cuando en realidad sigues bailando al ritmo que otros te imponen, mientras pasa el tiempo y nada cambia, la cola no avanza y sientes que te estancas. Pero yo, cansado de esta hueca espera sin sentido, he decidido salirme de la fila.
Di que si,hay que ser uno mismo siempre si no ¿que nos queda? ;)
ResponderEliminarEl que se fue a Sevilla, perdió su silla xD
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