Estos días asisto perplejo a una alarmante relajación de las conductas. Observo desde la distancia cómo la gente se comporta como si no pasara nada. Hemos perdido el miedo y la prudencia y no nos preocupa lo que ocurra a nuestro alrededor. En definitiva, no hemos aprendido nada. Nos creemos inmunes y despreciamos las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Qué sabrán ellos. Nos preocupamos más por salvar la Navidad que por salvar la vida. Y la culpa de todo siempre es de otro. No estamos dispuestos a que nadie nos diga lo que tenemos que hacer, a que nos impongan normas y horarios o nos quiten nuestras costumbres. En eso sí que somos estrictos. Nosotros somos mucho más listos que ellos, aunque no sepamos nada de ciencia o medicina, hemos aprendido en la universidad de la calle con matrícula de honor. Siempre tenemos argumentos para criticar a todo el mundo. Nadie va a quitarnos la libertad de hacer lo que nos dé la gana con nuestra vida y con las de los demás. Antes que tu salud está mi derecho a disfrutar de mis pequeños vicios y mis tradiciones. Después de ocho meses aún no somos conscientes de lo que está pasando, incluso cada día un poco menos. Tal vez, cuando estés luchando por tu vida en una cama de hospital te preocupes menos por tu cuenta corriente, tus reuniones familiares o tus vacaciones. Mientras sean otros los que se mueren, tampoco te afecta demasiado. Tal vez mañana.
Hola,
ResponderEliminarTe deseo una vida sana.
Hey dear! Loved your post and allready followed your blog, i want invite you to visit and follow my blog back <3
ResponderEliminarwww.pimentamaisdoce.blogspot.com
ResponderEliminar👏👏👏 Excelente...
Capito per caso sul tuo blog, ho letto qualche passaggio, i miei complimenti raccontato molto bene. UN saluto.
ResponderEliminar