Tu silencio perfecto, lejos de vaciar mi cabeza, la inunda de ideas perturbadoras. Mis preguntas sin respuesta sólo sirven para despertar las peores. Imagino catástrofes, anticipo disputas, recapitulo todos mis actos en busca de errores y todos lo parecen, aunque quizás mis sospechas sean infundadas y tu mutismo sea desgana, pero prefiero que confirmes mis temores, cúlpame de todos tus males, condéname sin defensa, castígame por pecados que no cometí, pero no permitas que esta voz frágil y oscura sustituya a la tuya. Aunque tus palabras puedan doler, nada más cruel que el silencio.
2 comentarios:
Más cruel que el silencio es la indiferencia, el tener en tus manos la solución del problema y soltar.
Alucinante entrar en este blog!!! Enhorabuena!!!!
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