Te confieso que a veces me das un poco de miedo. No sabes nada de mi vida y sin embargo pareces conocerme mejor que mi propia familia. Son las cosas del progreso, dicen, puedes sentirte arropado por alguien a cientos de kilómetros y desear sentir su calor junto a tu cuerpo. Tiene algo de magia, o más bien, de brujería, pero a la larga solo genera insatisfacción y dolor de cabeza, por lo que debemos andarnos con mucha precaución. Por eso te invito a compartir mis sueños y pesadillas, a mirar cada noche a la luna juntos, a contarnos nuestras penas y alegrías sin pedir nada a cambio, prometo escuchar todos tus consejos, aunque por supuesto después haga lo que me dé la gana, pero no vayas a equivocarte, te aseguro que no te convengo, pues no es a mí a quien buscas sino a tu propio deseo insatisfecho y te gusta engañarte pensando que ahí afuera, en algún lugar remoto, hay un extraño que parece conocerte mejor que tú misma.
1 comentario:
Los chicos malos siempre atraen
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