Te dicen que aguardes tu turno, que tengas un poco de paciencia y aceptes cuál es tu lugar. Debes asumir tu papel en la obra, por pequeño que sea y aprender a esperar tu oportunidad, porque todo llega a su debido tiempo y no hay que tener prisa. No te preocupes si tarda demasiado, si algo no ha ocurrido aún es porque no era su momento y si tiene que pasar acabará pasando tarde o temprano, según dicen. Es el destino o algo parecido, te aseguran. Por eso, desde pequeño te enseñan a escuchar en silencio, a cumplir las normas rigurosamente sin poner objecciones hasta que ya no eres consciente de que estás obedeciendo y llegas a creer que haces lo que quieres cuando en realidad sigues bailando al ritmo que otros te imponen, mientras pasa el tiempo y nada cambia, la cola no avanza y sientes que te estancas. Pero yo, cansado de esta hueca espera sin sentido, he decidido salirme de la fila.
2 comentarios:
Di que si,hay que ser uno mismo siempre si no ¿que nos queda? ;)
El que se fue a Sevilla, perdió su silla xD
Publicar un comentario