martes, septiembre 24, 2002

Cuando todo iba viento en popa (creo recordar que se decía así), vas y te pegas con la realidad de bruces.
Yo estaba contento con no ser nadie. Con no tener que lamentar nada del pasado. Pero ya sospechaba yo que las cosas no iban a durar mucho tiempo bien.
Salí a la calle como un hombre nuevo y cuando menos me lo esperaba alguien me detuvo poniendo su mano en mi hombro.
"Hola", era una chica, no me sonaba de nada su cara, y al parecer la mía me delataba, "¿Ya no te acuerdas de mí?". Ni siquiera tuve que abrir la boca, llevaba la respuesta pintada en la cara. Parecía decepcionada. "¿Tan fácil es para ti olvidar?", y no me atreví a decirle que mucho más de lo que podía imaginar y de lo que yo desearía. "Pues yo pienso en ti cada día". Eso fue un golpe bajo.
Quise decirle la verdad. Decirle que no podía recordar si pensaba en ella antes, decirle que me gustaría recordarla y que me esforzaría por hacerlo, pero no supe cómo hacerlo. Me dio vergüenza. No sé por qué. Ahora me da vergüenza que me diera vergüenza.
"Lo siento", fue lo unico que pude decir, y se marchó malhumorada a toda prisa.
Ahora no dejo de pensar en ella. Es la primera persona que encuentro que me conoce y podría ayudarme. Pero no sé cómo volver a hallarla.
De repente el pasado se presenta ante mí en forma de mujer para remover mis sentimientos y hacerme dudar de todo lo que pensaba.
Todos mis planes se han venido abajo con un simple encuentro fortuito.
Al parecer no tengo convicciones muy firmes. Quién puede presumir de lo contrario.

No hay comentarios: