viernes, abril 23, 2004

Reconozco, aunque a veces me cueste, mis errores. Dudar demasiado de lo indudable. La pereza nostálgica que me paraliza. La complacencia morbosa en mis heridas. La obsesiva búsqueda del fracaso. Dejar escapar las oportunidades. Dejar escapar a las personas. Marcharme sin decir adiós. Perdonar lo imperdonable. Escribir cosas ridículas y sinceras. Recordar cosas que no lo merecen. Olvidar lo inolvidable... Y sin embargo no me arrepiento. Soy incorregible, obstinado, intolerable. Mis errores me pertenecen como mis manos, mis ojos, mis piernas, y no voy a renunciar a ellos para no sentirme incompleto, no voy a jugar a la perfección, no voy a perseguir quimeras a estas alturas. Seguiré tropezando con las mismas piedras, asegurándome de que estén allí cuando regrese, empeñándome en caer siempre en la misma trampa, porque algo me dice que son precisamente mis errores la auténtica causa de mis aciertos...

jueves, abril 22, 2004

Hacer planes para nada, la mayoría se quedan en proyectos frustrados, en idílicas ideas abortadas que siempre parecen mejores que lo real, y sin embargo no podemos seguir adelante sin ellos, lanzarnos ciegos al vacío de los días para improvisar respuestas a preguntas desconocidas, porque sabemos que no seremos capaces de tomar decisiones apresuradas y nos sentimos indefensos sin el apoyo reconfortante de nuestros planes, siempre perfectos, siempre errados, en los que nada parece poder fallar, pero algo ocurre en algún momento que impide nuestros deseos, a veces otros se nos imponen desde fuera frustrando el futuro que creíamos perfectamente diseñado, otras ni siquiera nos damos cuenta, pasan los días y compruebas que todo aquello que ibas a hacer aguarda aún su turno, relegado a una oportunidad mejor que parece no llegar nunca, y el tiempo se acelera y comienzas a pensar que nada de lo que planeaste se cumplirá. Así que me debato en la indecisión de planear el futuro o no, de arriesgarme a caminar desprovisto de soluciones o de sentir el desencanto de ver cómo todo lo que imaginamos desaparece una vez más sumergido en las insondables aguas del mar del olvido...

miércoles, abril 21, 2004

No sé qué me pasa, pero siento que pierdo el interés por todo. No me interesa nada de lo que hago o pudiera hacer, cualquier supuesto entretenimiento es para mí un incordio, las películas me aburren, los libros me resultan indiferentes, las personas anodinas, la televisión insufrible, por no hablar de los blogs... Viendo el entusiasmo generalizado que me rodea supongo que el problema no está en el objeto sino en el sujeto, osea que algo me pasa y no encuentro el motivo de esta actitud. He intentando ponerle remedio, he vuelto a ver mis películas favoritas, releer los poemas que me emocionaron hace tiempo, hablar con gente supuestamente interesante, visitar los blogs más populares, pero nada hace efecto, estoy vacío, hueco, nada se despierta en mi interior al experimentar las mismas situaciones que en otro momento tal vez me hubieran emocionado hasta llorar o me hubieran hecho reír a carcajadas. Puede que sea algo pasajero pero empiezo a pensar que me quedaré así para siempre, este hastío me acompañará en adelante, incapaz de levantarme del sillón para hacer nada, mutilado de sentimientos, desencantado, carente de motivación, prisionero del tedio... y me da miedo esa perspectiva. Sé que en algún momento deseé algo parecido a esto, pero no era consciente de lo que significaba. Aburrido del mundo y de mí, esperando un rescate improbable, pasando por la vida de puntillas, cansado de despertar siempre en el mismo día... quizás debería olvidarlo todo y buscar un nuevo comienzo, pero me aburren tanto los comienzos y estoy tan cansado...

lunes, abril 19, 2004

Por qué empeñarnos en comprenderlo todo, buscar motivos a lo que no lo tiene, simplificar las cosas hasta que pierden su sentido. Por qué pretender llegar más allá de donde nos está permitido, traspasar las fronteras de lo posible, meter el mundo en cuatro palabras estúpidas que parecen justificarlo todo. Sé que hay cosas que no están a mi alcance, algunas que no debería intentar averiguar aunque pudiera, sé que las respuestas nunca me satisfacen... no me preguntes por qué, no tengo soluciones para ti, no poseo verdades que ofrecer, no estoy seguro de nada de lo que digo... estoy pensando en esa gente que no volveré a ver, en personas que para mí ya no existen, y me pregunto si pude hacer algo más, si debí decir más de lo que dije, callar más de lo que pude, preguntas sin respuesta que acuden ahora impertinentes, recuerdos que sólo merecen el olvido...

viernes, abril 16, 2004

Quizás sea mejor así, alejarse en silencio, marcharse sin darse cuenta. Mejor no pensar que será la última vez, no saber que no volverás, creer que todo seguirá igual cuando ni siquiera tú estarás allí para comprobarlo, huir sin tristeza, no dar nada por perdido. No estuvo en mis manos elegir pero si hubiera podido hacerlo esta habría sido la mejor opción, la menos dolorosa, la más práctica. Abandonar por la puerta de atrás, evitar las despedidas, ignorar la sensación de partir sin retorno, y todo ha ido mejor así, no ha habido ocasión para las lágrimas, para derramar el recuerdo, nada de añoranza, nada trascendental, hacerlo todo como algo cotidiano, común, vulgar, ingenuo, quizás encubierto por la decepción y la rabia. Ya habrá tiempo para volver la mirada atrás, ahora no puedo hacerlo, no estoy preparado aún, así que me alejo de un breve pasado con los ojos puestos en el horizonte, resistiendo a toda tentación de nostalgia para no sentir de nuevo mi alma convertida en sal.

sábado, abril 10, 2004

Comenzar un nuevo reto, una nueva forma de estar en el mundo, sentir el miedo al fracaso, la tentación de renunciar, la duda de antiguos deseos, la nostalgia de la confortable nada. Esquivar los golpes, saltar por encima de lo indeseable, eludir la conciencia, cambiar mi mente, asentarse firmemente en la soledad, sentirse cómodo ante la adversidad, aceptarlo, asumirlo, desearlo, convertir el infierno en paraíso, apagar todos los fuegos, hacer del dolor triunfo, y entonces todo gira de nuevo, otra vuelta de tuerca más, todo vuelve a empezar. Sentir nostalgia de lo que antes despreciamos, amar el tiempo pasado quizás sólo por serlo, temer al vacío de mañana. Hoy veo desaparecer todo lo que sembré, los afectos creados a base de esfuerzo, los recuerdos perdidos, los proyectos frustrados, y ante mí surge un nuevo muro contra el que he de estrellarme sin saber qué aguarda al otro lado... tendré que volver a crear nuevos lazos con un lugar desconocido, inventar recuerdos para el futuro, conocer personas diferentes, desconfiar de unos, entregarme a otros, renunciar a quienes compartieron sensaciones encontradas. Dónde quedarán aquellos, quizás nunca más, nunca, volvamos a encontrarnos, quizás sólo sean un recuerdo triste y bello que conservar toda mi vida. O tal vez el olvido.

jueves, abril 08, 2004

Desaparecer, abandonar el cuerpo como se abandona un recuerdo, alejarse como única respuesta. A veces huyo de mí, renuncio a esta manera de vivir. Después regreso vencido, reconociendo la derrota definitiva, hasta que todo se olvide y pueda volver a creer en algo. Aquí estoy de nuevo, dispuesto a compartir el dolor y la gloria, a entregar más de lo que tengo, a decir más de lo que sé. No hay razones para hacerlo como no las hay para ninguno de nuestros actos, sólo me apetecía estar aquí y saber que tú también estás, tener algún motivo para la esperanza, creer que aún hay personas que sienten como yo, imaginar, sentir, tal vez vivir...