miércoles, marzo 31, 2010

Nos pasamos la vida regresando a algún sitio mientras huimos de otro y esperamos que ocurra algo que nunca llega, desconfiando de quienes nos rodean y añorando a los que se fueron, y ni siquiera sabemos si ese lugar al que volvemos existe fuera de nuestra imaginación. Probablemente no. Es de nuevo la historia del viajero dudando si merece la pena volver o es mejor conformarse con los placeres del momento. Es de nuevo la lucha entre la memoria y el deseo, entre el placer y la gloria. La soledad del héroe. La nostalgia del hombre. La búsqueda, la tragedia y el olvido. Es siempre lo mismo, después de todo no hemos inventado nada.

lunes, marzo 29, 2010

Sé que he perdido demasiadas cosas importantes olvidadas en rincones insospechados sin darme cuenta y que habré de vivir sin echarlas de menos, errante entre miradas de desprecio, refugiado en ritos de consuelo casi eficaces a fuerza de entrenar el desengaño, el deseo será una costumbre que fácil se olvida, sepultado por urgencias incesantes, y no habrá camino de baldosas amarillas que me conduzca a un remoto lugar que me otorgue todo aquello de lo que carezco; pero aun así siento que todo esto no estuvo tan mal, que no sólo hubo errores y caídas y que en algo debimos acertar para lograrlo, a pesar de haber renegado tantas veces de pequeñas elecciones, sucesos fortuitos, a espaldas de voces acusatorias que fingimos no escuchar, ahora que no importa lo que hayamos perdido, pienso que volvería sin duda a repetir los mismos errores una y otra vez.