sábado, octubre 05, 2019

No subestimes la importancia de los días comunes. No te lamentes por emplear tu tiempo y esfuerzo en tareas mil veces repetidas. Otros buscan la novedad por sí misma, independientemente de su conveniencia, y van dando tumbos de aquí para allá sin ningún rumbo en su vida. Yo no renuncio a lo distinto, incluso lo busco y lo agradezco cuando llega, pero no desprecio el valor de la rutina. Amo mis costumbres y lo que permanece. Con el tiempo comprendes que la vida es más los días laborables que los fines de semana. El café amargo de cada mañana, el trayecto al trabajo, las canciones de la radio, el reencuentro con los mismos rostros, las labores de casa, las mismas discusiones y los mismos fracasos. Lo que haces para resistir al temporal. Las personas que nos acompañan y asisten durante la mayor parte del trayecto. La lucha con o sin éxito de cada día. El refugio en que nos sentimos seguros. Nuestro hogar, con todos sus defectos. Donde todo está en su sitio. Con quien todo tiene sentido.

jueves, octubre 03, 2019

No siempre, pero a veces, si algo no funciona, debes apagarlo y volver a encender. Tan sencillo como reiniciar todo para deshacerte de los problemas y comenzar de cero. Porque no hay nada como volver a empezar para sentirte ligero y confiado. No puedes conformarte con quedarte ahí colgado esperando a que el tiempo pase, pues ya padeces el resultado. Todo es cuestión de distancia, enfoque o perspectiva y aún sigues empeñándote en mirar las cosas de un modo equivocado, forzando la realidad para intentar sin éxito que las piezas encajen, sometiendo todo a la tiranía de los prejuicios y el recuerdo que te impiden hallar el camino. Acostumbrado a una única forma de pensar establecida, limitada y deforme, buscas algo que no es real y todo te resulta absurdo y sin sentido, pero quizás la solución está justo delante de tus ojos y no eres capaz de encontrarla. Por eso, si no lo ves claro, prueba a darle la vuelta.