sábado, abril 07, 2012

Echo de menos la ilusión por decir algo, la esperanza de hallar alguna respuesta, un eco que respondiera a mi voz desesperada. Echo de menos tener ganas de escribir, creer que alguna palabra mía pudiera servir de compañía a alguien. No escribo porque tenga menos cosas que decir o menos tiempo, aunque eso también sea cierto, no escribo sencillamente porque no me importa, porque me da igual, porque he dejado de desear cualquier cosa, todo me es indiferente, no creo en nada de lo que alguna vez creí, no espero nada de lo que esperaba. Ni siquiera creo que sea la misma persona o absolutamente nadie.