viernes, octubre 25, 2002

Hoy he vuelto al lugar donde nací. O más que volver lo he descubierto por vez primera.
Desde que vi su nombre escrito en mi carnet sentí curiosidad por ver si ese lugar me diría algo, si volver al comienzo haría que mi memoria se iluminara repentinamente, y no me había atrevido hasta ahora a ir a su encuentro temiendo lo que podía hallar.
Pero todo lo que he sentido allí lo ha provocado el deseo de recordar y la emoción por descubrir una parte de mi pasado, aunque me resultara demasiado ajena.
Todo allí era extraño para mí, sus calles, sus edificios, sus gentes, todo desconocido. He caminado duratne horas tratando de encontrar algo que me resultara familiar y no lo he logrado. He preguntado a la gente si me conocían y nada. Y he regresado a casa al final del día cansado y abatido prometiéndome no volver más allí.
Mi infancia ha desaparecido para siemrpe dejándome huérfano y sin patria.
Y cuando he llegado a casa y he cerrado tras de mí la puerta del ayer con las manos vacías, me he sentido el ser más triste de este universo inhabitable.
Y me he creído con derecho a sentirme así.

No hay comentarios: