jueves, octubre 03, 2002

Hoy me invade el temor inevitable
de enfrentarme a esta nueva manera de vivir desnudo de recuerdos.
He llegado a un camino que conduce hacia un futuro por descubrir
y aún no me he atrevido a avanzar un solo paso.
Me he despojado de todas mis cadenas
y enterrado los escombros de un ayer ingrato,
he derribado los muros que me cercaban
y me siento responsable de todos mis actos.
A quién culparé de mis errores, ahora que todo es nuevo y nadie me obliga a nada.
Ese miedo a equivocarme me paraliza, pero no podemos evitar equivocarnos, cualquier elección es una elección errada. Y no hacer ninguna también lo es. Quizás la peor de todas.
Así que he decidido equivocarme, cuantas más veces mejor y no rendir cuentas ni ante mí mismo, que es a quien más temo.
Lo que más triste me pone es no recordar lo que es ser feliz.
Quizás nunca lo fui.

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