jueves, noviembre 28, 2002

Aunque para mí todas las decisiones, por sencillas que pudieran parecer, son un auténtico suplicio, esta me cuesta aún más.
No sé qué hacer, qué pensar, qué sentir...
Buscarte es buscar el pasado.
Quiero encontrarte, pero que vinieras desnuda de memoria, que no fueras en mí esa magdalena que despierta todos los recuerdos.
O tú o el olvido, con todo el peso que acarrea cada cosa y que tanto puede condicionar mi futuro.
Si al menos supiera algo de ti...
Si supiera que puedo llegar a amarte...
En el fondo se trata de decidir si quiero recuperar el pasado, si deseo conocer a aquel que una vez fui.
Hay muchas cosas que todos quisiéramos olvidar y otras tantas que nos gustaría recordar siempre.
La cuestión es de qué lado se inclina la balanza.
Difícil elección, si no imposible.
Buf, ¿me queda algún comodín?

No hay comentarios: