martes, mayo 18, 2004

Sientes que lo que haces es un error, y que no puedes dejar de hacerlo. Desearías, tal vez si pudieras, dejarlo todo, no perderías demasiado, arriesgar lo que ni siquiera te pertenece. Pero cada día es una oportunidad destruida, una derrota sin batalla, ves cómo se escapa aquello que ansiabas, por lo que habrías entregado todas tus riquezas, pero se aleja a cada instante, y no puedes hacer nada por atraparlo, no está en tu mano decidir, sin remedio te esfuerzas en perpetuar tus pasos equivocados. Sabes que lo que haces será tu condena, que la victoria sería aún peor que el fracaso y el fracaso el vacío más absoluto. Y te encuentras sin salida, sin respuestas, sin fuerzas, entre el silencio y el grito, extenuado, y entonces no te queda más que preguntarte si quizás habría otra opción.

No hay comentarios: