lunes, enero 29, 2018

Solemos confundir realidad y ficción. Tal vez porque, descontentos con nuestra monótona vida, desearíamos que fuera cierto lo que no es más que un cuento y toda la precaución que tomamos cuando nos dicen algo en persona desaparece si lo vemos escrito en algún sitio. Pero nada es verdad ni mentira al cien por cien. Ni siquiera quien lo dice sabe si lo es. Los límites de la verdad son muy imprecisos y la interpretación que le demos a las palabras nos puede acercar o alejar radicalmente de ella con nefastas consecuencias. Por eso, no creas nada de lo que aquí escribo, pero tampoco lo ignores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque todo lo que pones aquí sea cuento, te cuento que dependiendo de mi estado de ánimo lo veo más o menos próximo a mi vida porque puede que ésta se parezca al blog, o no...en fin, me encanta lo que escribes, sigue por aquí, yo estaré leyéndote e interpretando las cosas a mi manera, como tú.