lunes, marzo 26, 2018

A nadie le importa saber lo que te ha costado llegar hasta ahí, sino tan solo el resultado. No te preguntarán cómo lo hiciste si no les gusta, si no envidian más bien, lo que ven, y en ese caso lo harán nada más que para imitar tu proceso e intentar alcanzar ellos también el éxito que tú has logrado. No el cómo sino el qué. No importa el mérito ni el esfuerzo, va todo al ganador. Si consigues tu meta todos te felicitarán. Si fracasas, nadie se interesará por ti, no habrá una mano amiga que te ayude a levantarte. Pero no te preocupes por eso, la recompensa para ti no debe ser la medalla sino la satisfacción por el esfuerzo realizado. En realidad el vencedor no es el que sale en la foto, sino el que sabe que ha hecho lo que debía hacer y siente que nadie le podrá reprochar nunca no haberlo intentado. Por eso no me preocupa volver a fracasar, lo he hecho muchas veces, si en el camino he puesto lo mejor de mí, pues con eso tengo recompensa más que suficiente.

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