sábado, marzo 31, 2018

He aprendido a mentir sin sonrojarme, a hacer promesas que no pienso cumplir, a actuar despreocupadamente sin importarme lo que pueda herir a los demás. Ahora soy capaz de decir cosas que no pienso, de fingir que me importa lo que me cuentan cuando en realidad no me interesa lo más mínimo. Ya no me siento mal si falto a mi palabra, si traiciono la confianza ajena y abandono con desdén a quienes me acogieron con los brazos abiertos. Ahora puedo buscar siempre mi conveniencia sin remordimientos y decir si te he visto no me he acuerdo. He descubierto facetas mías que desconocía y que me han ayudado a seguir adelante. No, no estoy orgulloso de tan dudosos logros, pero al menos he conseguido minimizar los daños y no dejar que nada me afecte demasiado. Vaya, al final parece que todo esto me ha servido para algo.

No hay comentarios: