viernes, marzo 16, 2018

Podemos intentar borrar las huellas, pero lo hecho siempre estará ahí, como un testigo incómodo escondido a la vuelta de la esquina para hacernos pagar las consecuencias en el momento más inesperado. Podemos intentar cortar todos los lazos que nos unen al pasado, pero no podemos eliminarlo como si nunca hubiera sucedido. Podemos negar tres veces antes de que cante el gallo, pero no por eso conseguiremos que nuestras mentiras se conviertan en verdad. Sí, a mí también me gustaría hacer desaparecer muchas de las cosas que hice o dije, me gustaría despertar mañana y que nada de eso fuera cierto, arrancar las hojas del calendario para volver atrás indemne, no tener que padecer la resaca por los excesos cometidos. Me gustaría ocultar con engaños la realidad más evidente, negar la mayor sin pudor, tapar el sol con tan solo un dedo, eliminar todo rastro para no ser descubierto, evitar la desconfianza de aquellos a quienes mentí, manipulé o utilicé sin rubor, devolver las treinta sucias monedas con que fui pagado como si así pudiera borrar mi traición, pero nada de eso es posible. Es el precio que habré de pagar por mis errores y que me hará vivir con el miedo constante a ser delatado, porque todo tiene sus efectos. Sí, efectivamente: Acción.. Reacción... Repercusión....

1 comentario:

Una Chica del montón dijo...

Toda la razón del mundo ... ¡Bonito texto! :)