sábado, mayo 12, 2018

Si tienes una vocación ve a por ella, dicen, y todo eso está muy bien si acabas consiguiendo lo que te propones, pero ¿qué hacer con las vocaciones equivocadas? Las que no te llevan a ninguna parte, las que te hacen fracasar una y otra vez, ¿seguir estrellándote o plegarte a las exigencias y hacer algo en lo que no creas con el miedo a que descubran tu impostura? Vocaciones que no dan de comer, pasiones que no compensan el esfuerzo, trabajo en vano. Envidio a quienes poseen vocaciones a su alcance. No exijo que se cumpla la mía, pero luego no vengas a recriminarme que no comparta la misma que tú y que me dedique a algo en lo que no creo solo para sobrevivir, pues no tuve la suerte de buscar lo sencillo.

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