martes, enero 14, 2020

El éxito no puede ser obligatorio. No debemos obsesionarnos con alcanzar logros que casi nunca dependen de nosotros. Lo que sí debemos es poner todo de nuestra parte para lograr aquello que deseamos pero sin que eso nos haga olvidarnos de lo que tenemos, dejando así escapar el presente. De vez en cuando conviene cuestionarnos lo que deseamos, pensar para qué queremos conseguirlo, si acaso merece la pena tanto sacrificio y no dejarnos deslumbrar por el brillo del trofeo que anula nuestra conciencia y somete nuestra voluntad. Porque a menudo erramos el objeto de nuestros deseos, equivocamos el destino de demasiados esfuerzos, confundimos el fin con los medios, la meta con el sentido, el triunfo con el éxito. El ganador no siempre es quien llega primero sino el que saborea cada paso del camino. Hacemos propias las expectativas ajenas, nos sometemos a su tiranía para no defraudar a alguien y ni siquiera nos damos cuenta de que no es lo que nosotros queremos. Habrá que rebajar las expectativas y aceptar que lo raro es vencer, que lo normal es fallar muchas veces antes de acertar y que las caídas también forman parte del trayecto y darnos cuenta de que eso no es fracasar. Fracasar es dejarnos esclavizar por nuestros deseos hasta impedirnos disfrutar de lo que poseemos, fracasar es no vivir este momento por miedo a lo que vendrá, fracasar es quedarse esperando a que alguien haga lo que solo nosotros podemos hacer, fracasar es lamentarse por aquello que no está en nuestra mano hasta hacernos sentir incapaces e inútiles. Por eso no conviertas la felicidad en un deber y la adversidad en una catástrofe, no dejes escapar el tiempo preocupándote por un futuro probable, no te dejes convencer por el miedo y asume el error como parte imprescindible de tu vida. Solo así podrás apreciar todo lo bueno que hay en ella.

8 comentarios:

Rita dijo...

Acertadísima tu reflexión. Estoy completamente de acuerdo contigo. Hay que saborear cada momento y considerar los errores como parte del aprendizaje que nos hará ir creciendo y sabiendo más. Un abrazo.

brenllae9@gmail.com dijo...

Coincido. Si la vida la vivimos por obligación, es mejor no dedicarse a vivir. Saludos.

Susana dijo...

Me he visto reflejada en todos los errores. Un beso

Recomenzar dijo...

Maravilloso blog lleno de emociones que me enriquecen y me hacen feliz

Devoradora de libros dijo...

Él día a día está lleno de pequeños éxitos y logros que no vemos obsesionados como estamos en metas muchas veces inalcanzables.

Besos.

Josefa dijo...

Que placer haber llegado a este blog, Leer esta entrada me ha gustado parece que la hallas escrito para mí.Me ha encantado.
Un abrazo. Me tendrás a menudo por aquí.

Hamiyet Akan dijo...


Gran post. Coincido. Felicitaciones!

Rocío G. Tizón dijo...

La verdad es que tienes razón en todo lo que dices. Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
Un abrazo.