viernes, septiembre 20, 2002

Buf, después de una semana, nadie me ha dado una pista de quién soy.
Ningún correo alentador, ninguna llamada fructífera.
Al parecer no puedo esperar nada de los demás. Es una buena lección que he aprendido hoy. O que he recordado, porque igual ya la sabía y la olvidé.
Convendría que tú también te lo anotases si es que no lo sabías o si también lo has olvidado.
Así que tendré que salir al encuentro conmigo mismo.
Pero me da tanto miedo lo que pueda encontrar...

No hay comentarios: