lunes, enero 13, 2003

Ay, qué mala memoria la mía.
Hoy me he olvidado de ir a trabajar, bueno, antes de eso fue que anoche se me olvidó poner el despertador y es que se me había olvidado qué día era y que tocaba madrugar.
Así que cuando me levanté a mediodía y puse la televisión empecé a recordar todas las cosas que tenía que haber hecho hoy.
Intenté recuperar algo de tiempo y hacer algunas de esas cosillas, pero al salir a la calle estuve un buen rato buscando el coche que no recordaba dónde había dejado, hasta que me acordé que una de las cosas que tenía que hacer era recogerlo del taller. Así que me fui andando pero me perdí porque no recordaba el camino y volví a casa a duras penas.
Cualquier día de estos me olvido de que existe este diario y no me volvéis a ver el pelo.
A todo esto, de qué os estaba hablando.
Da igual, sería mentira.
Menos mal que anoche no se me ocurrió hacer el test ese de la memoria de antena3, creo que podría haber batido records históricos, pero no creáis, también tiene sus ventajas esto de olvidar tan fácilmente, otro día os las cuento que ahora tengo una cita importante que se me había olvidado y antes tengo que tomarme las dichosas pastillas de la memoria (por cierto, dónde habré dejado el bote).

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