lunes, enero 20, 2003

Los lunes son una nueva ocasión para reanudar tareas pendientes. Suelo comenzar la semana con ganas de retomar esas cosas que tengo aparcadas desde hace mucho tiempo y de recordar lo que he olvidado, pero tras un comienzo prometedor pronto me canso y lo abandono todo de nuevo, acogiéndome a mil excusas que no consigo creerme demasiado porque las tengo ya muy aprendidas. Luego me quejo de mi pereza, de mi dejadez, de mi falta de voluntad, pero no sé si es sólo una excusa más y la pereza un mecanismo de defensa para no intentar cosas de las que soy incapaz y que nunca saldrían bien. Así la semana irá pasando y se irá apagando ese empeño inicial y aplazaré todas esas tareas pendientes al próximo lunes, mientras en el fondo pensaré que nunca las haré y no hallaré el modo de sellar las ventanas para evitar que la vida se nos siga día a día escapando por las rendijas.

No hay comentarios: