lunes, mayo 19, 2003

Yo que creía que todo estaba en su sitio, que mi manera de ser, actuar, pensar, soñar, vivir, era la que a mí me gustaba y consideraba más coherente, entonces ves a alguien que es, actúa, piensa, sueña, vive como tú y te das cuenta de tu error. Verme reflejado en tan despreciable personaje me ha hecho sentirme asqueado de mí, renunciar a todas mis creencias, rechazar todo lo que he sido e intentar cambiar de manera radical, ser todo lo más opuesto que pueda a quien fui. Es como si me hubiera creído el mejor vestido de la fiesta hasta que ha aparecido alguien con la misma ropa y me he dado cuenta de mi mal gusto, o como si fuera por ahí creyéndome el más guapo hasta que un espejo me ha devuelto a la grotesca realidad. Porque a menudo criticamos o despreciamos cosas que vemos en los demás sin imaginarnos que son semejantes a nosotros, que eso que hoy nos parece repugnante será lo que mañana haremos sin pararnos a pensar. Nos juzgamos de forma benevolente y no usamos la misma medida con los otros. Así que me he propuesto cambiar, evitar mis reprobables comportamientos habituales y no parecerme más a mí mismo. Pero lo más seguro es que después se me olvide todo y siga siendo este vulgar e inapropiado personajillo sin papel en esta función bufa.

No hay comentarios: