domingo, junio 20, 2004

Qué fácil te he olvidado. Me siento un traidor por no seguir sufriendo al oír tu nombre, qué poco duele recordarte, qué sencillo fue abandonarte. Hoy me he descubierto pensando en ti sin nostalgia, y he sentido que nada se removía en mí al hacerlo. Hoy revisé viejas fotos y no me han dado ganas de salir a buscarte. Me he dado cuenta de que ya no significas nada para mí, que pasaste sin dejar huella y que en este tiempo no he derramado una sola lágrima por ti. Por eso quiero pedirte perdón, si tan leve el amor como su olvido.

No hay comentarios: