viernes, noviembre 09, 2018

No me preocupa haber fallado el tiro ni me arrepiento de haberlo intentado. No me lamento por lo perdido sino que busco algo nuevo que me haga olvidarlo. El único error fue dirigir mis esfuerzos en la dirección incorrecta, pero no voy a confundirme culpando a la flecha en lugar de a la diana. No es un problema lanzarla sino hacerlo hacia un destino equivocado. Solo debo ajustar un poco más la puntería, entrenar mi destreza, mantener el pulso firme y atinar así en el objetivo adecuado. No es fácil, lo sé, la distancia, mi torpeza y mis problemas de visión me hacen confundir a menudo la meta y fallar demasiados intentos, pero eso no me va a contener de seguir disparando, pues aún tengo muchas flechas guardadas en la recámara y sé que por fuerza alguna de ellas acabará acertando de pleno en el blanco. Porque sé que solo fallando una y otra vez conseguiré alcanzar el éxito en mis propósitos.

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