martes, noviembre 06, 2018

Que se quede quien quiera. Deja la puerta siempre abierta y que cada uno entre y salga según le apetezca, sabiendo que cuando vuelva tal vez tú ya no estés. No puedes obligar a nadie a permanecer a tu lado, no tiene sentido echar la llave para evitar que huya, porque aunque no puedan escapar hace tiempo que ya no están contigo. No encierres sus aspiraciones como pájaros caprichosos que prefieren su libertad antes que tu cobijo. Ni jaulas ni peceras, ni llaves ni cerrojos, ni yugos ni cadenas. Que cada uno decida qué prefiere, si el calor y la seguridad de tu hogar o el frío y la incertidumbre del exterior y que elijan dónde quieran estar. No les pidas que te firmen un contrato de permanencia y permíteles que cambien de compañía cuando así lo consideren oportuno. Mientras tanto, dales siempre lo mejor de ti, no escatimes abrazos ni verdades, no te guardes nada para después porque puede que no haya después, así que entrégate sin compromiso, no exigas una fidelidad perpetua que tú mismo no puedes asegurar, y no te lamentes si eligen a otros antes que a ti, aunque no entiendas su decisión. Intenta conservar a quien esté, pero no más de lo que se merecen, no entregues tu dignidad y tu esperanza a cambio de nada. Convénceles con todas tus armas, ofrécele tu hospitalidad y plena confianza, ten siempre un plato caliente en la mesa para ellos y una cama por si quieren quedarse a dormir. Pero si aun así prefieren marcharse, ábreles tú mismo la puerta y deséales suerte, mientras te quedas con aquellos que un día decidieron compartir su vida contigo sin ponerte condiciones, y quien se quiera ir que se vaya.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece que tu escrito es algo metafórico pero con sentido si le pones atención
la verdad acabo de entrar porque una tal alcanzando utopías te sigue, y creo que con lo primero que he tenido el placer de ver, me atrapas y es uno de los pocos textos que me atrapan al instante y que me dan ganas de seguir leyendo lo demás, te felicito atraparme en una historia,perdón ni en una historia simplemente un texto no es muy fácil, pero con tus palabras me cautivas y me atrapas en ese pequeño infinito, un mundo subreal y en tu increíble texto.

GRACIAS!!