viernes, marzo 28, 2003

Siento que todo se me escapa.
Los días pasan sin haberlos saboreado, cuando acaba la semana pienso en lo que hice y no hay apenas nada. A las pocas semanas soy incapaz de distinguir unas de otras, todas se parecen demasiado en su vacuidad.
Me siento como un simple espectador de la vida, en la que no llego a participar, quizás aguardando el momento en me toque subir a escena, pero con creciente angustia porque pasa el tiempo, la obra se agota y temo que mi papel ya haya acabado, y me veo condenado a esta nada para siempre porque no hallo el modo de escapar de ella.
Siento que las oportunidades se me están acabando, que no quedan muchas más, tal vez ninguna, y eso me angustia, me presiona más en mis decisiones y me impide estar preparado para agarrar mis últimas esperanzas, y siento que me hago más viejo pero no más sabio y que fue ayer cuando aún teníamos la vida por delante y esperábamos a que llegara nuestro momento.
Pero, uno no sabe cuándo ni cómo, nuestro momento pasó sin darnos cuenta, uno no se da cuenta de las cosas hasta que ya han pasado, a veces nunca.
Nunca quise hacer daño a nadie y fue por eso por lo que terminé haciéndomelo a mí mismo. Había que luchar, me dijeron, porque la vida es una contienda de todos contra todos en la que siempre me he sentido el rival más débil, porque nunca quise rivalizar con nadie ni creí necesario hacerlo, pero si bien dos no se pelean si uno no quiere, el que quiere consigue su objetivo sin oposición a costa del que se negó a pensar que lograr algo fuera siempre arrebatárselo a otro.
Y a uno ya no le quedan más que estas tristes palabras con las que al final del día se desahoga como puede sin saber si alguien le escucha, aunque se avergüence de resultar patético o de exponerse demasiado, y siempre me queda la débil esperanza de que mañana el día amanecerá despejado y el sol lucirá como nunca lo ha hecho. Porque uno siempre tiene que agarrarse a algo. Aunque sea algo banal o improbable, algo que lo más probable es que no suceda. Aunque sea algo sencillo e incomprendido, algo tan insignificante como estas palabras que lanzo al vacío sin respuesta.

No hay comentarios: