sábado, noviembre 16, 2002

Uno busca sus señas de identidad esforzadamente,
trata de conocer qué es aquello que le configura y le hace diferenciarse de la multitud,
lo malo es cuando no las encuentra y piensa que no tiene identidad propia.
Piensa en las cosas que le definen
pero es incapaz de definirse,
busca algo particular, que le sea propio, distinto, original, al menos poco común, inusual, raro...,
algo que le distinga de los demás,
y se siente vulgar y prescindible,
es uno más, sin personalidad ni esencia, una piedra más en el muro, como dicen.
Y si encuentra algo no le gusta
y prefiere ignorarlo.
Supongo que esto es lo que algunos querían
y otros aceptan con agrado.
Pero es tan triste sentirse demasiado normal...
sentirse nadie...

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