domingo, junio 30, 2019

Si me sigues te sigo, si me quieres te quiero, si me odias te odio, si me atacas te ataco, si me hieres te daño, si me olvidas te olvido, si te marchas, ya me habré marchado yo antes, followporfollow, likeporlike, amor con amor se paga. Esas son las reglas que hemos adoptado, incapaces de ver más allá de nuestro egoísmo, desconfiando siempre de las intenciones ajenas y ocultando las propias, devolviendo tan solo lo que nos han dado. Es la lección que nos enseñaron, la conclusión a la que con el tiempo hemos llegado, la única defensa que nos queda en este mundo comercial y avaro. Hemos convertido los sentimentos en un mercado, la amistad en un trueque, el amor en un contrato. Nos hemos vuelto mezquinos, tacaños, interesados, hacemos solo las cosas que nos ofrecen una compensación, no nos esforzamos ni un minuto más de lo necesario. Pero hasta cuándo vamos a seguir actuando así, hasta cuándo duraran la envidia, los recelos y el rechazo. Nos iría mucho mejor si confiásemos más en la gente, si no mirasemos tanto lo que los demás nos ofrecen en cada relación y nos dedicásemos a dar sin importarnos lo que recibimos. Así que si no me quieres no importa, si no me sigues no pasa nada, si no te gusto no me preocupa. Te doy todo lo que tengo a cambio de nada, porque sé que es el único modo de obtener la recompensa que deseo, la que se entrega de corazón y hace que todo valga la pena, porque el único cariño que pretendo es el que se da sin pedir nada a cambio.

miércoles, junio 26, 2019

Aquí me tienes una vez más buscando argumentos forzados que ni yo mismo me creo para no hacer lo que realmente quiero por miedo a que no salga bien como en tantas otras ocasiones. Aprendí bien la lección a sangre y fuego y ahora pretendo borrarla de mi mente como un alumno desmemoriado tras un plácido verano, pensando ingenuamente que las cosas no tienen por qué suceder siempre del mismo modo, que nada se repite igual y que incluso las matemáticas fallan, aún más cuando los sentimientos no son una ciencia ni siquiera aproximada. Porque siempre hay un margen de error, una desviación típica que nos permite creer en lo imprevisible, una rendija por la que puede colarse la esperanza hasta en las puertas más cerradas. Por eso, aunque blindé mi corazón hace tiempo y me juré que no volvería a dejarme engañar por promesas vagas y amables palabras, contigo haré una excepción y que sea lo que tú quieras, fingiré que no recuerdo el pasado y si caigo de nuevo sé que volveré a lenvantarme con más fuerza y que al menos el vuelo habrá valido la pena.

viernes, junio 21, 2019

Adaptarte no significa renunciar a tu forma particular de ser, actuar o pensar, sino tratar de hacerla compatible con la de los demás, haciéndoles entender que deben aceptar tus diferencias. Se trata de lograr una convivencia adecuada, un encaje correcto defendiendo en todo momento y sin pudor tu manera personal de ver y hacer las cosas. Y sin embargo, con frecuencia nos piden que renunciemos a todo eso para insertarnos en la corriente principal de pensamiento, que adoptemos los modos comunes de comportamiento y anulemos nuestra condición, reprimiendo los instintos. Es difícil ser yo rodeado de quienes me obligan a hacer cosas que no quiero, afirmar mi esencia sin hacerme trampas a mí mismo, pues siempre acabo ocultando aquella parte que pienso que los demás no aceptarán o verán con desagrado o desprecio y al final finjo ser lo que ellos esperan, tratando más o menos de actuar como la mayoría. Y no es eso lo que quiero, pero no puedes culparme de buscar la aceptación cuando tantas veces me he lamentado de la soledad y el rechazo. Y así continúo, tratando cada día de hallar el difícil equlibrio entre adaptarse y ser tú mismo.

martes, junio 18, 2019

Que lo llames casualidad solo es una prueba de tu ignorancia o tu hipocresía. Apelar a la mala suerte es una muestra de la incapacidad para asumir tu responsabilidad. Yo también pongo excusas y me resisto a reconocer la culpa, fingiendo que nada perturba mi conciencia mientras trato de alejar las dudas, pues nadie quiere mostrar sus flaquezas para convertise en objeto de escarnio, pero me doy cuenta de que eso me impide pasar página y avanzar en mi vida, así que voy a tragarme más mi orgullo, voy a ignorar las críticas, rechazos y desprecios, voy a aprender algo de lo ocurrido y dejar de mirar por el retrovisor para evitar estrellarme de frente contra la realidad. No es casualidad nada de lo que me pasa, no soy el más desafortunado del mundo, no tienen siempre la culpa los demás, así que asumo la parte que me toca con serenidad, sin dramatismo, analizo los hechos con calma y tomo decisiones sin miedo a admitir mis defectos, pero no vengas entonces a reprocharme mi actitud si tú aún no eres capaz de asumir tus errores.

sábado, junio 15, 2019

No sé muy bien de qué va esto, si se trata tan solo de intentar quedar por encima de los demás sin importar el daño que hagas y de creer que tú marcas las leyes del universo y que todos están equivocados. Me siento desubicado, extraño, ajeno a todo lo que contemplo, incapaz de entender cómo funcionan las cosas a mi alrededor, perdido entre rumores asesinos y loco por perder el sentido común que se nos impone. No quiero formar parte de algo que no siento como propio, no quiero llegar a acostumbrarme tanto a una realidad vulgar que rechazo hasta convertirme en algo que no soy ni deseo. Me niego a reconocer la derrota e hincar la rodilla ante la dictadura de lo normal. No acato leyes en las que no creo. Mi vida, mis normas. Soy yo quien decide lo que está bien o mal, la medida de todas las cosas, el único juez válido para mis errores, alfa y omega, causa y efecto, origen y destino. Ser distinto no es estar equivocado, discrepar no debería ser un problema. No eres débil por reconocer tus defectos, pero no caigas en el error de considerar defectos tus diferencias. No son mejores los que se creen mejores. Nada es verdad ni mentira porque lo diga mucha gente o incluso así lo crean todos. No tienen razón las mayorías, ni siquiera las absolutas o cualificadas. Sospecho de la unanimidad. No eres mejor por tener más seguidores ni peor por no actuar como otros esperan que lo hagas. No tienes que responder ante nadie de tu comportamiento. Lejos de someterme, defiendo la diferencia, el orgullo de ser raro, peculiar, único. Y aunque a veces estoy tentado de hacerlo, no voy a dejar que consigan que no me guste a mí mismo.

miércoles, junio 12, 2019

Nos dicen que nos conformemos, que nos acostumbremos a vivir con lo poco o mucho que tenemos, que no aspiremos a más y reconozcamos nuestras limitaciones, que debemos sentirnos afortunados y no aspirar a metas inalcanzables si no queremos que nuestros sueños acaben convirtiéndose en pesadillas. Hay que saber renunciar y parar a tiempo, aseguran, no forzar puertas cerradas ni pretender saltar muros infranqueables. No piedas el tiempo ni las fuerzas en empeños inútiles. Pero yo no quiero resignarme a esto, a quedarme para siempre en este rincón vulgar e incompleto del mundo que habito. Nunca estoy satisfecho y siempre ando buscando un lugar mejor adonde ir, conquistar aquello que deseo aunque no necesito, reincidir en el exceso para no quedarnos cortos. Porque no solo de necesidades vive el hombre, sino también de sueños e ilusiones que solo luchando podrán algún día hacerse realidad.

martes, junio 11, 2019

Estoy aquí dejando simplemente el tiempo pasar sin hacer nada. Compruebo cada poco rato los mensajes y vuelvo sin convicción a tareas rutinarias en las que no creo y nunca consigo acabar. Deberían despedirme por falta de rendimiento. Ni siquiera me importa demasiado. Parecería que lo estoy buscando. Soy un trabajador totalmente ineficiente e ineficaz. Me distraigo demasiado, pierdo el tiempo mirando la interminable lista de asuntos pendientes, incapaz de concentrarme en el trabajo, al que no encuentro sentido. Pero cómo pretendes que sea productivo, si no puedo alejar de mi mente todo lo que perdí contigo.

lunes, junio 10, 2019

Esto va para los perfectos, los que hacen siempre lo correcto, los que tienen boca y nunca se equivocan, los que dan lecciones gratis sin que nadie se las pida, los que no necesitan escuchar consejos, los que lo saben todo por diablos o por viejos, los que nunca dudan, los que siempre aciertan, los únicos, los inimitables, los que harían todo mejor si algún día hicieran algo, los que conocen todas las piedras del camino sin haber tropezado con ellas, los que critican todo pero no admiten crítica alguna, los que nunca se arrepienten, los que lo saben todo sin necesidad de estudiar nada pues aprendieron en la universidad de la vida, los que están más allá del bien y del mal, los que controlan sus reacciones en todo momento, los que mantienen en secreto sus emociones, los que nunca lloran, los que siempre ganan, los expertos en todo y aprendices de nada, los que siempre están de vuelta aunque no hayan ido a ningún sitio, los que corrigen las faltas ajenas, incluidas las de ortografía: Iros todos a la mierda.

domingo, junio 09, 2019

Hay quien, sin saberlo, te da la vida, quien no necesita conocer tus infiernos para apagar el fuego, quien con una sonrisa, una palabra o una mirada, calma cada mañana todos tus miedos y te anima a seguir combatiendo tus fantasmas. Personas que aparecen por casualidad en tu vida y después desaparecen, a las que en un principio no les das importancia y poco a poco descubres en ellas el consuelo y la paz que necesitas, y a las que a menudo se nos olvida dar las gracias. Esto va dedicado a todos ellos, que, por supuesto, ni siquiera saben quienes son.

sábado, junio 08, 2019

Me pregunto en qué momento cruzamos la línea roja que nos distanció para siempre, ese punto de no retorno que instaló entre nosotros un infranqueable telón de acero sin darnos cuenta. No fue, sin duda, ninguna palabra definitiva, una disputa irresoluble o una traición imperdonable, sino más bien un ir alejándose discretamente rodeado de silencios que terminaron por cavar un profundo foso para dividir nuestro mundo en dos. Tal vez un gesto desapercibido, una palabra inocente dejada caer al aire sin intención, una mirada fría, un descuido aparentemente casual, un olvido inoportuno... Hoy recorro este mi mundo gris donde nada ni nadie calma mi infinita sed, pero he aprendido a acallar mis instintos y mantengo encerrado bajo llave al deseo, condenado a vagar durante el resto de mi vida sin un propósito, rodeado de personas que no alivian tu ausencia, presencias fugaces que no dan compañía ni cubren mis carencias, incapaces de poblar mi vida impar. Porque sin ti no hay nosotros.

miércoles, junio 05, 2019

Haz lo que quieras, ríe, grita, llora, canta, vive cada día una experiencia diferente, no te quedes con las ganas, sé atrevido, irreverente, desvergonzado si hace falta, no te muerdas la lengua ni te cortes las alas, conoce nuevos lugares, sensaciones, personas, miradas... desvela todos los misterios ocultos, haz el amor y la guerra, sube a esa montaña rusa que tanto miedo te da, tírate de un puente, recoge los frutos antes de que se pudran, no temas al fracaso que tanto te coarta, no dejes nada para mañana aunque creas que no podrás hacerlo hoy, no esperes sentado a que algo suceda, no ahorres esfuerzos, besos, palabras... entrégate plenamente a todo lo que hagas, porque lo que no hagas hoy se perderá para siempre, no pierdas más el tiempo, que la muerte te coja viviendo.

domingo, junio 02, 2019

Ya está a la venta en ebook mi novela "Todo lo que desaparece". Puedes conseguirla en Amazon a un precio simbólico de 0,99 €. Muy poco para vosotros, mucho para mí. Además puedes leer un extenso fragmento de forma gratuita. ¿Me ayudaríais? Entra aquí y lee la sinopsis: https://www.amazon.es/dp/B07SKRKS6V

sábado, junio 01, 2019

Coincidir de forma inesperada con alguien, compartir confesiones y recuerdos que alivien por momentos la soledad, lograr un reto, correr una maratón, aprender a tocar un instrumento, aprobar un examen, sacar unas oposiciones, conseguir un ascenso, escribir un libro, amar o ser amado, tener un hijo, o dos, o los que haga falta, subir una montaña, conocer mundo, no sé si un árbol, descubrir otra mirada, derribar barreras, romper con lo establecido. Recoger el fruto de tu esfuerzo, cumplir tus propósitos, recibir con humildad un elogio, superar con orgullo un desprecio, olvidar lo perdido, levantarte tras cada fracaso, encontrar un amigo. En eso, creo yo, consiste más o menos la vida, en ir ganando pequeñas batallas, sin importarte que la guerra esté perdida.