martes, julio 31, 2018

No envidiamos los logros ajenos, sino que los despretigiamos. Si nosotros no lo hemos conseguido, no merece la pena. No queremos la gloria, nos conformamos con afear la victoria ajena. Tal vez lo hayamos buscado en otro momento, pero ahora renegamos de ello, sabiendo que estábamos equivocados. Nadie admite su culpa, no somos responsables de nuestros fracasos, tan solo la suerte nos fue esquiva y ni siquiera lo deseábamos de veras. Es un buen mecanismo de defensa para sentirse mejor, una anestesia para el alma inquieta y el mejor modo para no seguir lamentándose por nuestra incompetencia. Despreciar el triunfo para no sentirnos culpables de la derrota.

lunes, julio 30, 2018

Sé que mañana me arrepentiré de lo que hice hoy, y a veces ese pensamiento obsesivo me paraliza y me siento incapaz de hacer nada destinado a perdurar y a atormentarme en forma de recuerdos futuros. Pero siempre resurgen amenazantes poniendo en duda todos mis progresos, a cada paso todo son señales que delatan un ayer errado del que inútilmente trato de huir en vano. Por eso ahora intento dejar huellas poco profundas, arañar apenas la superficie, para que el tiempo pueda eliminarlas sin esfuerzo y que ninguno de mis errores presentes condicione en exceso el futuro, haciendo así mi vida ligera, intrascendente, trivial, pero a veces pienso que es un precio demasiado caro que no puedo permitirme pagar. Y decido seguir inconsciente arrastrándome en la sedante marea de los días presurosos que embotan la mente con sus placeres ligeros y me dejo caer en las costumbres sin sentido para mitigar el asfixiante dolor del vacío.

domingo, julio 29, 2018

No eres tú, soy yo. No eres quien decide lo que pasa en mi vida, por más que te creas el objetivo final de todos mis esfuerzos. No tienes ni idea de lo que pasa por mi cabeza. A veces no lo sé ni yo. No vas a decirme lo que tengo que hacer, no vas a marcar el camino que debo seguir ni a poner las reglas que habré de cumplir. No oiré más tus consejos o quejas, rechazaré tus advertencias, reproches y amenazas. Ya no pueden hacerme daño, porque yo ya no soy aquel tipo inútil que giraba en torno a ti como si fueras el centro de mi universo. Porque, aunque no lo creas, no dependo de nada de lo que hagas o digas, pues el protagonista de mi vida no eres tú, soy yo.

sábado, julio 28, 2018

En el fondo, tú y yo siempre fuimos tan sólo dos desconocidos. Dos personas se unen y conviven durante años y nunca dejan de ser dos extraños en la misma cama, aislados en su soledad sin conocer prácticamente nada del otro, resignados a no hallar aquello que les habían contado y que pretendían buscar sin tregua, mientras el amor se va extinguiendo apartado en lejanas regiones secretas. Siempre sospeché que llevabas una vida oculta para mí, que eras otra cuando no estabas conmigo, pero tenía miedo de averiguar la realidad. El tiempo que pasábamos separados era un misterio que no me atrevía a desvelar, como si temiera que hacerlo me habría revelado verdades perjudiciales que no era necesario conocer. Supongo que hay algo en lo desconocido que nos atrae eludiendo lo razonable.

viernes, julio 27, 2018

Solemos (yo, por lo menos, lo hago) cometer el error de buscar lejos lo que tenemos cerca. Creemos (yo, al menos, creía) que lo de los demás es siempre mejor que lo nuestro. Envidiamos la vida de los otros mientras ellos envidian la nuestra. Nos quejamos de aquello que tanto nos costó lograr y tanta felicidad nos dio en el pasado. Esta es mi manera de pedir perdón. Reconocer que no tenía sentido llamar a puertas ajenas cuando todo lo tenía en mi hogar. Mendigar un poco de pan teniendo la despensa llena. Hacerle ascos a lo que ya poseía para desear algo mucho menos apetecible. Pero tal vez sea necesario emprender ese largo camino de vuelta a casa, perderse un poco antes de regresar, echar de menos tu vida, para comprender que lo que ándabamos buscando ya estaba aquí antes de partir.

jueves, julio 26, 2018

Cuando has perdido a mucha gente por tu pasividad, por tu falta de atención o tu conformismo, cuando has dejado ir a personas con las que congeniabas por tu indecisión, miedo o cobardía, llega un momento en que decides aferrarte a quienes aprecias con todas tus fuerzas y no volver a dejar que salgan de tu vida sin hacer nada. Durante mucho tiempo me dediqué a dejar que las cosas sucedieran sin intentar evitar aquellas que no me gustaban, solo me limitaba a lamentarme por las pérdidas y a añorar después los buenos momentos pasados, pero todo eso cambió un día y decidí que iba a hacer que mi vida tomase el rumbo que yo quisiera, no ser más un espectador pasivo y seguir perdiendo a personas con las que compartí risas y penas. Tal vez no sea posible, no quieran, no puedan o no sepan apreciar tu compañía y tu afecto, pero por ti no quedará. Harás todo lo que esté en tu mano para impedir que desaparezcan de tu vida para siempre, porque la soledad llega a doler físicamente, el olvido es un lugar muy frío donde te consumes lentamente y necesitas la cercanía de alguien que te ofrezca un poco de calor. Ese fue mi único pecado, mi terrible falta imposible de comprender, pretender que las personas que aprecio no pasasen de largo por mi vida, agarrarme a ellas con fuerza, regar cada día los afectos, entregar todo lo que soy y lo que tengo sin pedir nada a cambio creyendo que así no volvería a perder a aquellos que me importaban, y sin embargo, ese fue mi gran error, y el resultado el mismo de siempre, el abandono, el rechazo y el olvido, hasta comprender que da igual lo que hagas, todo acabará del mismo modo, con esta inmensa soledad para lo que no existe remedio.

miércoles, julio 25, 2018

A veces descubro que no sé qué hacer con lo logrado. No recuerdo el motivo por el que busqué lo que tengo y me siento vacío sin un objetivo nuevo por el que luchar. Fracasar en el intento de alcanzar lo que no tienes puede ser frustrante, pero es mucho peor cuando lo consigues y aun así no puedes calmar tu insatisfacción. Porque nada llena el hueco que hay en nuestro interior, nada es nunca suficiente para nosotros. Siempre lo conseguido nos resulta inútil, y cuando lo logramos enseguida sentimos una nueva necesidad que cada noche nos devora por dentro y nos impide conciliar el sueño. Cuando creías que al fin podrías descansar y que el futuro sería un bonito lugar donde vivir, te das cuenta de que no sabes qué hacer con aquello que tanto ansiabas, a lo que entregaste todo tu tiempo y esfuerzo, y tratas en vano de buscar una utilidad para el fuego que robamos a los dioses y ahora nos quema en las manos.

martes, julio 24, 2018

He hecho varios intentos de escapada a lo largo de mi vida, me he pasado muchas noches en vela diseñando un plan perfecto en el que nada pudiera fallar y he soñado con el mundo ideal que me esperaba ahí afuera. Estaba plenamente convencido de que funcionaría, y que no habría nada que pudiera alejarme de mi objetivo. Nada podía fallar. Todo estaba perfectamente diseñado. Mi decisión era firme e inalterable. No me rendiría hasta haberlo logrado y si fracasaba volveria a intentarlo hasta conseguirlo. He pensado en todo lo que haré cuando sea libre y he dormido cada noche con la esperanza de un futuro mejor. Pero ahora, justo antes de iniciar la huida definitiva, cuando todo está preparado y la libertad al alcance de mi mano,  dudo si de verdad es eso lo que quiero.

lunes, julio 23, 2018

Siento que todo fue una equivocación. Equivocada la creencia de que todo habría de resolverse. Equivocados los deseos ahogados en la nada. Equivocada la esperanza de un futuro habitable. Equivocada la ilusión. Equivocadas las ganas. Equivocado todo lo que hice. Equivocadas, por supuesto, las palabras. Equivocadas mis sensaciones. Equivocadas mis ideas desgastadas. Equivocado tal vez incluso este sentimiento de haberme equivocado. Ahora sólo me dedico a corregir tantas cosas en mí equivocadas, aunque duela renunciar a todo lo que fuimos. Empiezo a pensar que acertar es sólo una casualidad. Porque siempre piensas que te has equivocado. Que las cosas podrían ser de otra manera, más sencillas, más bellas, mejores. Pero las cosas son como únicamente pueden ser. Y si algo no ocurrió es porque nunca pudo haber ocurrido.

domingo, julio 22, 2018

Mirar hacia delante sereno y dejar que las cosas sucedan, no forzar un final precipitado, aceptar lo que venga, asentir, asumir, confirmar, no intentar ganar siempre la partida, valorar los fracasos por encima de los éxitos, superar la frustración, los berrinches de niño pequeño cada vez que no consigues salirte con la tuya y que no sirven para nada. Nada es tan grave que no tenga remedio, no se muere uno por un desengaño más o menos en la lista, no importa demasiado cómo acabe la película, hemos venido a enamorarnos, el resultado nos da igual, todo forma parte del mismo juego y no dejará de pasar porque no sea de tu agrado, así que más vale que te vayas haciendo a la idea de que nada va a cambiar en adelante y empieces a apreciar poco a poco las ventajas de tu derrota.

sábado, julio 21, 2018

En algunas ocasiones cuesta encontrar las palabras adecuadas, expresar con precisión aquello que pretendes decir. Buscas con rapidez y deseas detener el tiempo para pensar con tranquilidad, pero todo lo que viene a tu cabeza es insuficiente o excesivo, nunca en su justa medida, y las palabras se revuelven en una lucha sin vencedor hasta confundirse unas con otras y perder todo sentido, el diccionario es un laberinto en el que no encuentras lo que necesitas y la única salida es el silencio, pero el silencio no basta, es necesario hablar, con lo fácil que sería leer las miradas, y entonces abres la boca temblorosa y entre balbuceos sólo aciertas a decir: Gracias.

viernes, julio 20, 2018

Te confieso que a veces me das un poco de miedo. No sabes nada de mi vida y sin embargo pareces conocerme mejor que mi propia familia. Son las cosas del progreso, dicen, puedes sentirte arropado por alguien a cientos de kilómetros y desear sentir su calor junto a tu cuerpo. Tiene algo de magia, o más bien, de brujería, pero a la larga solo genera insatisfacción y dolor de cabeza, por lo que debemos andarnos con mucha precaución. Por eso te invito a compartir mis sueños y pesadillas, a mirar cada noche a la luna juntos, a contarnos nuestras penas y alegrías sin pedir nada a cambio, prometo escuchar todos tus consejos, aunque por supuesto después haga lo que me dé la gana, pero no vayas a equivocarte, te aseguro que no te convengo, pues no es a mí a quien buscas sino a tu propio deseo insatisfecho y te gusta engañarte pensando que ahí afuera, en algún lugar remoto, hay un extraño que parece conocerte mejor que tú misma.

jueves, julio 19, 2018

Fueron aquellas nuestras breves horas las únicas de sosiego que hubo en mi vida, hasta que un día pasó la calma de largo cuando tú decidiste abolir la sensatez del mundo y condenarme al exilio del olvido, cesar la luz en mí, reflejo de tu claridad providente y reiniciar mi caos original, devolver las tinieblas a su verdadero lugar, implantando la desolación en mi estéril territorio abandonado, acabando con la lucidez de mis días. No dejaré que la pena que ahora me ocupa invada de tristeza mis recuerdos y haga menos hermoso el tiempo que pasé contigo. Siento a veces la tentación de despreciarlo y contaminar el pasado con el presente, dejarme llenar de un rencor aplastante que extienda mi aflicción hasta inundar el ayer y pensar que todo no fue más que una gran mentira, dejar que el dolor lo inunde todo, pero sé que he de aferrarme a la memoria como lo único que conservo de ti cuando ya nada queda, aunque a veces los recuerdos se me hagan insoportables, imposibles de creer, como una trampa de la que uno erradamente trata de huir hacia delante, y no encuentro una salida por la que escapar de esta traicionera emboscada de la memoria. Caer de ti fue caer de Dios, de los momentos en que existir tenía aún motivo, fue acabar tu amor acabarse el mundo, y ahora siento tu ausencia como nunca antes llegué a sentir tu presencia, cuando ya nada queda en mí de aquellas breves horas en que vivir fue bello.

miércoles, julio 18, 2018

Hay que aprender a convivir con la incertidumbre, empezar a admitir que no hay una respuesta única a nuestras dudas, a que cuando creemos tener la solución, todo cambie, porque nada es permanente ni siquiera estable, pero tampoco podemos descartar lo que antes pensábamos, pues puede que mañana vuelva a hacerse realidad lo que creímos ya imposible que regresara. Todo cambia y a veces vuelve, todo es una cosa y su contraria en algún momento, no hay un principio fijo al que acogerse, una idea clara que nos sirva de guía, porque lo que hoy es válido puede que mañana no lo sea y pasado tal vez sí de nuevo o quién sabe. Nunca sabes lo que va a pasar. Por eso no me empeño en defender mis opiniones y creencias, porque no poseo niguna certeza y sé que todo depende, no ya del cristal, sino del ojo que mira.

martes, julio 17, 2018

Qué pereza da empezar de nuevo sabiendo que las posibilidades de éxito son siempre escasas. Víctimas de la experiencia, sabemos que no sirve de nada negar la estadística, pues hemos apostado muchas veces antes y nunca ganamos. Cada vez es más difícil romper la inercia, buscar una nueva ilusión por la que merezca la pena levantarse de la cama, sintiendo sobre los hombros el inmenso peso de lo perdido aplastándonos las ganas. Pero aun así no debemos rendirnos, sino intentar vencer al recuerdo y aplastar el miedo con la misma piedra que siempre tropezamos, persistiendo en batallas suicidas mientras nos aferramos a lo improbable para no dar razones a los cobardes.

lunes, julio 16, 2018

Nos resistimos a darle un nombre a las cosas, como si al carecer de él pudiéramos aún mantener la esperanza de que lo que nos ocurre sea algo diferente y menos grave. Poner nombre es como establecer una sentencia definitiva para la que no cabe recurso, una penitencia de obligado cumplimiento de la que nada ni nadie nos salvará. Tenemos miedo a las palabras, como si las palabras fueran las causantes de nuestros males, como si creyéramos que lo que no se nombra no existe. Por eso callamos ante la adversidad, preferimos pensar en otra cosa para distraer nuestra mente y engañarla con dudas irreales, no queremos saber lo que nos pasa y nos acogemos al silencio como refugio. Pero nada de eso sirve, porque solo dándole un nombre podremos comenzar a recuperarnos.

domingo, julio 15, 2018

Te dicen que aguardes tu turno, que tengas un poco de paciencia y aceptes cuál es tu lugar. Debes asumir tu papel en la obra, por pequeño que sea y aprender a esperar tu oportunidad, porque todo llega a su debido tiempo y no hay que tener prisa. No te preocupes si tarda demasiado, si algo no ha ocurrido aún es porque no era su momento y si tiene que pasar acabará pasando tarde o temprano, según dicen. Es el destino o algo parecido, te aseguran. Por eso, desde pequeño te enseñan a escuchar en silencio, a cumplir las normas rigurosamente sin poner objecciones hasta que ya no eres consciente de que estás obedeciendo y llegas a creer que haces lo que quieres cuando en realidad sigues bailando al ritmo que otros te imponen, mientras pasa el tiempo y nada cambia, la cola no avanza y sientes que te estancas. Pero yo, cansado de esta hueca espera sin sentido, he decidido salirme de la fila.

sábado, julio 14, 2018

A veces, cuando crees que estás perdiendo, acabas ganando, porque lo que querías conseguir no era ni mucho menos lo que más te convenía. Con frecuencia, solemos equivocar nuestros objetivos pues tenemos muy poco acierto en nuestras decisiones, ya que desconocemos la realidad que nos condiciona. Lloras por una derrota cuando no deberías hacerlo, porque no lo es, te lamentas por las oportunidades perdidas, pero más bien deberías de sentirte afortunado. Solo con el paso del tiempo comprendes el verdadero valor de lo que dejamos atrás. Por eso no me arrepiento de lo que hice, no lamentaré más tu marcha, no me sentiré triste al recordarte, porque he ganado a cambio mucho más de lo que perdí.

viernes, julio 13, 2018

Hay en lo desconocido algo que nos atrae intensamente y nos lleva incluso a arriesgar lo que poseemos ante la promesa incierta de una vida mejor. Pero casi siempre, una vez lo hemos alcanzado, el objetivo nos decepciona y añoramos lo que teníamos y tal vez perdimos en el envite, porque nada resulta tan bueno como parecía en un principio visto desde la distancia, pues lo que en realidad creímos ver no fue su propio brillo sino el espejismo de todo aquello de lo que carecíamos y que el deseo nos hizo poner en él erróneamente, tan necesitados como estábamos de algo diferente que viniera a remover nuestras costumbres vulgares y aburridas. Por eso, constantemente me debato entre aceptar mi realidad, con sus pocas luces y muchas sombras, o dejarme atrapar por los destellos que ofrece el misterio de lo inaccesible, consciente de que si algún día al fin lo alcanzo me defraudará profundamente su realidad y me lamentaré por haber entregado a cambio todo lo que poseía. Y sin embargo, es tan grande la tentación de lo distinto...

jueves, julio 12, 2018

Hay que arriesgarse más, jugarse la vida a cada paso, cruzar los semáforos en rojo, caminar sobre la cuerda floja, saltar al vacío sin red. No hay que ser tan precavido ocultando lo que pensamos por miedo a lo que pensarán. Hay que ser más irresponsable, frívolo, macarra, no creerse las normas ni cumplir la penitencia impuesta, no tomarse la vida en serio, eso es algo que uno empieza a comprender más tarde, que todo es una gran broma y que hay que reírse de ella a carcajadas. No te lo pienses dos veces, mejor no te lo pienses ninguna, no cuentes hasta diez ni hasta uno y medio. Ante la duda elige todas las opciones y ante la derrota la revancha. Vinimos sin nada, por lo que no tenemos nada que perder. Hemos venido a jugar.

miércoles, julio 11, 2018

Hay personas que después de haberlas conocido te dejan un intenso dolor de cabeza, son como una mala borrachera de garrafón, rápida, barata y de nefastas consecuencias. Una manera sencilla de alcanzar la diversión, te vuelven loco en poco tiempo, te marean con su efecto devastador, haces el tonto un poco, te ríes y exaltas la amistad y te hacen confundirlo todo con los sentidos alterados. Te lo pasas bien durante una cuantas horas, te sientes radiante, invencible, eufórico, y luego, al día siguiente, te tienes que comer tú solito una resaca del copón.

martes, julio 10, 2018

Tal vez no pueda conseguir que vuelvas. He renunciado a esperar nada de ti. Sé que te fuiste para no volver, sin lamentarte siquiera por tan insignificante pérdida. He aprendido a vivir sin ti y a echarte muy poco de menos. Sé que no podré recuperar lo que tuvimos ni esperar un nuevo comienzo. Es algo que ni siquiera desearía si aún fuera posible. Lo único que pretendo, aunque no sirva de nada, es que algún día, al echar la vista atrás, te arrepientas de tu estúpida decisión.

lunes, julio 09, 2018

Hace algún tiempo creía que si seguía instalado en la indiferencia de estos días comunes, huecos y sin sentido habría de llegar un momento fortuito, casi mágico, en el que surgiera de repente de la nada, como por encanto, algún suceso inesperado que diera un giro providencial a mi vida, un comienzo de algo nuevo más sustancioso y lleno de significado. Pero ahora veo cuánto me equivoqué, que nada surge por fortuna si no se lo busca sin descanso, y aún así escasas veces coincide con lo que esperábamos. Y ahora el tiempo se ha convertido en un aburrido transcurrir de horas semejantes sin ninguna dirección. La única diferencia es que ya no espero que nada cambie.

domingo, julio 08, 2018

He hecho todo lo que mis padres me prohibieron, me he apartado del camino que ellos trazaron y no he conseguido ser feliz. Como todo buen hijo que se precie, he huido de sus consejos, he experimentado por mí mismo y he incumplido todas mis promesas. Tal y como se esperaba de mí, he defraudado las expectativas, he abandonado su fe y he abrazado creencias estériles que no me condujeron a ningún sitio. Soy todo lo que ellos despreciaban, lo más opuesto a sus propósitos, un extraño que lleva su nombre. Y ahora, con el paso de los años, al comprobar lo lejos que estoy de aquello que quería ser, después de haber renegado tanto de sus enseñanzas, me doy cuenta de que tal vez, aunque a su manera torpe y sencilla, en el fondo mis padres tenían razón.

sábado, julio 07, 2018

No necesitas buscar una excusa cualquiera para justificar tu comportamiento. No te estoy pidiendo explicaciones ni pienso cobrarte la factura. Considera saldadas todas tus cuentas. Puedes estarte tranquila y dejar por fin de inventar historias retorcidas que den sentido a tu aburrida vida sin fundamento. Olvídate de justificar los errores cometidos. No confieses más tus pecados ni te arrepientas del pasado, no debes temer mi reacción ni la de cualquiera, no te guardo rencor ni tengo que hacerte ningún reproche, no hay nada que deba perdonar, porque francamente, querida, me importa un bledo.

viernes, julio 06, 2018

Asisto perplejo al extraño comportamiento de la memoria, de la que surgen al azar recuerdos intrascendentes, a veces despertados por algún hecho trivial, imágenes cotidianas similares a tantas otras vulgares y que la memoria prefiere por encima de las demás, mientras yo trato sin fortuna de averiguar sus motivos. Apenas logro recordar más que escenas borrosas, lo que mejor recuerdo de ti son frases aisladas pronunciadas en voz baja, como para ti misma o como si se escaparan de tu boca sin querer, susurros, palabras que he añadido tal vez, miradas esquivas, gestos escondidos... Se me escapan los recuerdos y no consigo encadenar unos a otros, se superponen las imágenes y dejan vacíos que trato de completar para no sentir que me falta algo importante, creando nuevos recuerdos hermosos para sustituir zonas oscuras de la memoria, por lo que a veces pienso que no te recuerdo como fuiste sino como yo quise que fueras. O también hay momentos en que de repente regresa a mí con una fuerza arrolladora algo que permanecía en el olvido y surge sin motivo para llenar uno de esos huecos dándole un nuevo sentido al resto de recuerdos. Caprichoso e imprevisible, el olvido es un arma eficaz contra el dolor, un analgésico que elimina silenciosamente lo que nos hace daño, negando los hechos que nos desagradan y destacando los más bellos.

jueves, julio 05, 2018

Perdona si me pongo intenso, si a veces los recuerdos y la noche me hacen decir cosas demasiado arriesgadas. No pretendo con ello hacerte ningún chantaje emocional ni cargar aún más la cuenta de tus deudas. No se trata de eso, solo dejo fluir mis sentimientos más sinceros de vez en cuando, pero trato de mantenerlos controlados la mayor parte del tiempo. No estoy intentando conseguir nada, sé que ya pasó el momento de arrepentirse y hacer reproches, no te estoy acusando de nada, aunque pueda parecer que trato de ofrecerme como víctima inocente para culparte de todas mis desgracias. Nada más lejos de mi intención. Ya reconocí todos mis errores. Por eso, perdona si en algunas ocasiones no consigo evitar emocionarme y dejo escapar alguna lágrima furtiva o un lamento escondido, pero a estas alturas ya deberías saber que el que no llora no ama.

miércoles, julio 04, 2018

Tengo por costumbre devolver la confianza que me es concedida, en eso soy despreocupado y tal vez poco precavido. Puede que eso me haya llevado en ocasiones al desengaño, pero lo prefiero a la frialdad del recelo. Con las puertas cerradas te perderás visitas interesantes. Por eso dejo siempre abierta la posibilidad de un nuevo encuentro que remueva mis principios, alguien que aporte algo diferente a mi vida, con sus luces y sus sombras, aun a riesgo de que puedan ocultar la mía propia. No está exento de riesgos, pero merece la pena, solo hay que estar preparado para el fracaso y disfrutar del camino mientras dure, sabiendo que algún día también acabará.

martes, julio 03, 2018

Yo no recuerdo muchas de las cosas que hice, los errores con seguridad cometidos, los triunfos quizás alcanzados... Ignoro cómo he llegado hasta este lugar exraño en el que me consumo pregutnándome dónde dejé la esperanza. Me he convertido en un amnésico a la fuerza. Exiliado de la memoria, no sé si debo agradecerlo o lamentarme por ello y no puedo disfrutar del dulce consuelo que a veces el recuerdo concede. Sin pasado, carezco de la ilusión de un futuro, pues no sabiendo de dónde vengo no tengo claro hacia dónde voy y me enredo dando vueltas continuamente en torno a este momento perpetuo del que nada me salva. Tu ausencia me condenó al olvido, por eso necesito que vengas y me ayudes a recordar, rescatándome de la tiranía del presente, pues tengo mi vida entera grabada en tu cuerpo.


lunes, julio 02, 2018

Estoy todo el día intranquilo, como si presintiera que algo va a ocurrir, aunque nada así lo indique, pero a pesar de eso me encuentro nervioso, expectante, incapaz de aceptar este vacío para siempre. Todo tiene una pesada capa de inutilidad, una permanente sensación de que daría igual hacer algo o no, por lo que me limito a esperar que suceda, que alguien actúe por mí, y me invade la angustia al comprobar que nada cambia. Entonces siento un deseo urgente de hacer cosas frenéticamente y pienso en llevar a cabo por fin todo aquello que algún día dejamos pendiente para un futuro sin determinar, cuando tuviésemos tiempo para ello, todo eso que siempre quisimos hacer y fuimos aplazando indefinidamente porque no nos atrevíamos a intentarlo. Pero tampoco lo hago y me doy cuenta de que ya nunca lo haré, pues todo lo que dejamos para más adelante y siempre decimos que algún día haremos es en realidad aquello que tratamos de evitar y sólo lo cumpliremos por obligación, retardando su llegada porque en realidad no lo deseamos, son sólo ideas tranquilizadoras que nos hacen sentir mejor pensando que tenemos proyectos diferentes que cumpliremos en el futuro, pues lo que importa no es hacerlo sino pensar que lo haremos, en lugar de reconocer que siempre continuaremos igual, atrapados en la inercia de esta vida tediosa y monótona de la que nunca podremos escapar. Ponemos nuestros ojos en un futuro imaginado para tener algo que esperar, para darle un sentido a nuestra amarga realidad diaria, pero sabemos que nunca llegará nada mejor, ni siquiera peor. El problema es cuando lo que esperas es el pasado. Finalmente decido aplazarlo para otro momento y de nuevo caigo en el desencanto y en la parálisis total, porque comprendo que no sé cómo hacer todas esas tareas pendientes que tanto deseo y que puede que sigan siéndolo hasta el final. Me siento culpable, como si el mero hecho de haber sido arrojado al mundo conllevara unas obligaciones que estuviera descuidando, pero lo cierto es que no existen esas obligaciones y que no tendría que sentirme en deuda con nadie por estar vivo. Tengo todo el derecho del mundo a tirar mi vida y no sentirme mal por ello.

domingo, julio 01, 2018

No puedo dejar de sentirme como un viejo paraguas abandonado o cualquier otro objeto sin valor, olvidado en la oficina o en algún otro lugar, a por el que su dueño nunca regresó y al que no añoramos ni agradecemos por lo mucho que nos sirvió en un pasado. Algo tan insustancial y poco valioso que no merece la pena ir a buscarlo para rescatarlo así del olvido, sino que es preferible sustituirlo por otro más nuevo y mejor. Pasan muchas otras personas a su lado y ninguno decide llevárselo a casa, pensando que tal vez, si nadie ha ido a recogerlo, debe ser porque tenga algún defecto importante. Y aquí , en este rincón solitario donde un día me dejaste, abandonado e inúil, sigo esperando ansioso a que algún día regreses a por mí.