domingo, mayo 18, 2003

Quiero pensar que no, que todo está bien, que lo que parece lógico no ha ocurrido, pero a cada instante no puedo dejar de pensar que es así, que no hay otra solución y que lo que no quiero creer es lo que ha sucedido. Sería fácil comprobarlo, una llamada y todo quedaría claro, pero no me atrevo, tengo miedo de encontrarme con la confirmación de mis peores presagios, así que prefiero dejarlo todo en suspenso, continuar inmerso en la incertidumbre permanente en la que vivo, porque es más soportable este incómodo no saber que toparme de frente con la insoportable verdad, porque en el fondo, aunque no quiera reconocerlo, sé que ninguna de esas otras ridículas explicaciones que invento tiene sentido.

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