sábado, junio 21, 2003

No consigo volver. Me he perdido, lo reconozco. Yo que pensaba que conocía todos los caminos me encuentro en un lugar desconocido cuyo nombre ignoro. Ni siquiera hay nadie por aquí a quien pueda preguntar por el camino de vuelta. Estoy solo y hace frío. Alguien me dijo una vez que no existe el camino de vuelta, que es imposible regresar al lugar del que partimos. Me pareció una tontería, una boutade dicha sólo para impresionar. Pero ahora empiezo a cuestionarme la veracidad de esa frase. Cuando en las noches no consigo dormir y no queda nada por hacer o decir, recuerdo el hogar del que nunca debí salir y me inunda un sudor frío al pensar que jamás lo veré de nuevo. Porque yo deseaba huir de allí, pero he comprendido que no hay ningún lugar adonde ir.


No hay comentarios: