viernes, febrero 06, 2004

... a veces se impone el silencio, a veces es mejor no decir nada para evitar decirlo todo... otras brota torrencial la herida, y se escapa todo lo que escondo de miradas ajenas... por qué volver, tantas veces me dije que no lo haría, como vuelvo a hacer tantas cosas a las que renuncié... no puedo dejar lo que únicamente puedo hacer, lo único que puedo ser... renunciar como una pose, un desafío, un arranque de orgullo impropio, y después volver al calor de lo conocido con la cabeza baja, sabiendo que todo es mentira... la misma realidad, la misma mierda... y ahora que no hay esperanza buscar el olvido, el antiguo y entrañable olvido... aparcar la urgencia, la ansiedad, la rabia, el miedo... recordando cómo era yo, aprendiendo a pintar de colores mi vida...

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