miércoles, mayo 19, 2004

La gente siempre habla de más. De lo que no saben y de lo que no les importa. De otro modo quizás no tendrían nada de lo que hablar. Supongo que yo también hago lo mismo, pero hay quienes lo hacen demasiado a la ligera. Si conocen un caso concreto creen que todos los demás serán como ese, si a ellos les pasó algo en alguna circunstancia piensa que a todo el mundo le pasará igual en la misma circunstancia. Creen saberlo todo, opinan, discuten, pontifican, aseguran, nada de lo humano (ni de lo divino) les es ajeno, qué seguridad da la ignorancia. Yo me sentía ridículo diciendo que quizás no fuera a ocurrirme lo que ellos me decían, al final acabé por creerles confiando en su experiencia, pero me dejé engañar por una falsa apariencia que en realidad no ocultaba más que prepotencia y desdén. Y ahora que nada de lo que ellos aseguraban se cumplió ni siquiera están para poder defender mi duda y recriminarles su firmeza. Porque ellos pensaban que si una vez vieron que a tal causa correspondió tal efecto siempre sería así, es como si al tirar una moneda una vez y salir cara creyeran que siempre saldrá cara, pero y si la tiráramos cinco veces y las cinco saliera cara, cuántas veces son necesarias para atribuir una relación de causa-efecto entre dos hechos, quizás dependa del asunto en concreto, quizás nunca podamos estar seguros y tengamos que conformarnos con hipótesis, pero por favor no nos conformemos con la primera hipótesis sin cuestionarla, no creamos que porque una vez ocurrió volverá a ocurrir, ni siquiera pensemos que todo será como siempre ha sido, porque no podemos estar seguros de que aunque haya salido mil veces cara la próxima vez no salga cruz (o viceversa).

No hay comentarios: