sábado, mayo 08, 2004

Que todo vuelve a su lugar es claro. Que todo tiende a mantenerse en la inercia ya lo dice la ciencia. Todo gira siempre en la misma órbita, en eso planetas, satélites, seres vivos y yo no somos diferentes. Ni siquiera en lo más nimio se nos concedió el don de la originalidad. Así que ya basta de resistirse a los impulsos, de negar mi naturaleza, de negociar concesiones sucedáneas, ya basta de creernos capaces de elegir. Seguiremos atrapados en nuestras costumbres, luchando cada día sin éxito por salir de ellas, y cada uno volverá a sus errores, condenados a los mismo, esclavos de un mismo fin. Como siempre vuelve el sol a hacer su recorrido, los pájaros a sus migraciones, la gente a sus creencias, tú a la indiferencia, yo, al olvido...

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