jueves, septiembre 30, 2010

Lo difícil no es hacerlo bien sino perder el miedo a hacerlo mal. Nuestras dudas, desconfianzas, temores, son lo que nos incapacita, nos impide reconocer los auténticos motivos por los que estamos aquí y nos hacen caer en el error con inesperada frecuencia. Pensar que no estaremos a la altura, que no serás un buen padre, que no harás bien tu trabajo, que no serás capaz de cumplir tus obligaciones, que no responderás a lo que se espera de ti. Suelo pensar así especialmente al inicio de algo, me siento incapaz de hacer lo que debo de hacer, todos a mi alrededor me parecen mejores y temo que descubran en mí a un impostor. El miedo al error es sin duda el principal origen del propio error y a menudo el responsable de nuestros males. Es humano, nadie dice que sea fácil, pero quien no esté dispuesto a equivocarse ya está equivocándose demasiado.

No hay comentarios: