lunes, febrero 07, 2011

Como si todo fuera nuevo vuelvo a las viejas tareas pendientes anestesiando las heridas, vaciando mis bolsillos de memoria, intento creer en mí como solía, cuando el recuerdo era nada más que un juego sin pericia. Sé que sería incapaz de hacerlo recordando las oportunidades perdidas, momentos de euforia quebrados, espejismos de felicidad, tan frágiles, fracasos reiterados, renuncias pactadas, por eso tendré que hacer como si fuera la primera vez, quizás la última, como si el pasado no fuera más que una historia falaz que nos contaron y nos resistimos a creer, y volveré a intentarlo como al principio, fingiendo la ilusión furtiva del comienzo, con una esperanza postiza, empeñado ingenuamente en averiguar a qué vinimos, rastreo señales ambiguas, empujado a la duda en el frío sin respuesta en que inagotable me consumo, aunque todo acabe siendo demasiado previsible.

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