martes, diciembre 12, 2017

También soy todo lo que callo. Mis secretos inconfesables, mis pecados ocultos, mis deseos prohibidos. Sin ellos no sería quien soy. No pretendas averiguar todo lo que ocurre dentro de mi cabeza, desvelar mis miedos más íntimos, compartir mis sueños más absurdos. Hay cosas que es mejor no saber. Cosas que podrían hacernos daño. Pero tampoco renuncies a esa parte de mí que sufre en la sombra. No mutiles mi mitad oscura. No reniegues de aquello de lo que estoy hecho. Yo he aprendido a vivir con ello. Por eso, si me quieres, quiere también mis silencios. O búscate a otro más aburrido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pedir respeto a un silencio cuando el silencio de otros nos hace tanto daño(19/12).....