No esperes mucho de mí. Te lo advierto, no soy de fiar. No seré
capaz de cumplir tus expectativas. Tengo poco que ofrecer y lo único
que conseguiré será complicarte la vida. Cuando creas saber cómo
voy a actuar, haré todo lo contrario. Cuando me necesites a tu lado,
quizás no atienda tus llamadas. Me he pasado toda la vida
incumpliendo promesas y defraudando a aquellos que confiaron en mí.
No soy nada especial. Soy tan vulgar y aburrido que a veces me doy
asco a mí mismo. Por eso, insisto, no debes esperar nada de mí. Si
lo haces, cuando llegue ese día en que te decepcione, no será culpa
mía, sino tuya.
1 comentario:
Jajajaja, una forma muy inteligente y a la vez tonta de escurrir el bulto!!!! Es para troncharse de risa y llorar de lo mismo...
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