viernes, febrero 23, 2018

Tengo un serio problema, y es que soy el peor jugador de póker del mundo. Porque juego siempre con las cartas bocaarriba y si intento taparlas, enseguida se me nota en la cara si son buenas o malas. No soy capaz de ocultar mis intenciones y me impaciento por ganar cuanto antes la partida. Me lo juego siempre todo, arriesgando incluso cuando mis posibilidades sean escasas y no sé ir nunca de farol. Por más que lo intento, no consigo disimular, esconder mis mejores bazas y mentir sin parecer ridículo. Tal vez debería ser más prudente, plantear una estrategia conservadora, pero me lanzo al vacío sin pensar y no me guardo nada en la manga. Por eso siempre pierdo y me arruino una y otra vez sin que por ello aprenda la lección, porque a pesar de todo, me encanta este juego cruel, aunque sepa que estoy destinado al fracaso.

No hay comentarios: