lunes, octubre 08, 2018

Me equivoco mucho más de lo necesario y tal vez de lo recomendable, hago promesas sinceras que después no puedo cumplir, me pongo metas que no están a mi alcance y contraigo deudas que nunca podré pagar. Así soy de torpe, estúpido y despistado. Incapaz de aprender de los errores cometidos, ando siempre buscando la misma piedra para tropezar de nuevo, pues es mi favorita. Meto la pata con una facilidad inigualable y me contradigo como si no recordara nada de lo que dije. Por eso acepto sin excusas todas tus quejas, tus reproches fundados y asumo mis fracasos. Reconozco mis carencias y pido perdón por los daños ocasionados, me arrepiento sin ningún esfuerzo y renuncio a lo que no me corresponde, pues no lo merezco. Pero qué quieres, si no sé vivir. Nadie nunca me enseñó la partitura. Solo estoy improvisando.

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