viernes, enero 17, 2020

No sé jugar a las siete y media, al black jack ni a otros juegos similares. Nunca sé cuándo tengo que plantarme y prefiero pasarme a quedarme corto. Siempre pido más y acabo arruinando la partida. Así es este juego cruel en el que el equilibrio es tan difícil de alcanzar, pues siempre te pasas o no llegas, porque duele dejar escapar la ocasión, y el no llegar da dolor, pero si te pasas es peor y nunca sabes qué hacer, si plantarte o arriesgar. No me gustan las medias tintas, las medias verdades ni las medias mentiras. Nunca pido media ración no me alojo en media pensión ni corro una media maratón. Pretendo acabar todo lo que comienzo. No lo digo con orgullo, si acaso con vergüenza, pues a estas alturas ya debería haber aprendido a controlar mis impulsos y saber quedarme con el pájaro en la mano. Debería ser más moderado, reflexivo y prudente, virtudes que no me acompañan. Debería contar hasta cien antes de hablar, consultar las decisiones con la almohada durante quinientas noches y seguir el consejo de los expertos. Son cosas que me propongo y al final acabo dejándome llevar por las ganas hasta estropearlo todo. La posibilidad del triunfo me lleva a arriesgar demasiado y despreciar el empate y eso me conduce inevitablemente a la derrota. El olor de la gloria cercana nubla mis sentidos y anula mi conciencia y me hace actuar como un zombie hambriento en busca de comida. Pero prefiero vivir así, soñando con la victoria, pensando que aún es posible lograr todo lo que deseamos antes que resignarme a la gris sucesión de los días iguales sin ningún espejismo en el horizonte que perseguir que me dé un motivo para levantarme cada mañana de la cama.

4 comentarios:

Susana dijo...

Es bueno que seas así. Un beso

Toni dijo...

Eso también me pasa en buena medida pero tiene sus ventajas y tu sabrás cuales son las tuyas. En esta vida hay que arriesgar, sin riesgo no se consigue nada amigo
Saludos cordiales

Azka Kamil dijo...

nice blog ..

Recomenzar dijo...


Interesante y profunda tu entrada
Me gusta lo que dices entre líneas de tus bellas palabras
saludos desde el calor de Miami