jueves, marzo 19, 2020

Todas esas cosas que antes nos parecían ridículas resultan ahora esenciales. Cosas que dábamos por supuestas, actividades cotidianas a las que no concedíamos ninguna importancia y no gozábamos como se merecían y que ahora daríamos tanto por recuperar aunque fuese por un rato. Nos damos cuenta de lo estúpidos que fuimos dejando escapar todo aquello, de lo absurdo de nuestros enfados, de nuestro empeño en tareas sin sentido, de lo insignificante de nuestros problemas y del orgullo vano por conseguir logros de pacotilla. De todo esto me quedará una mirada distinta, una forma de ver las cosas con calma y perspectiva, una falta de preocupación por asuntos menores, una aceptación serena de los mayores y un interés constante por disfrutar de cada momento sin preocuparme en exceso por el futuro. Sé que aún muchos no se han dado cuenta y tratan de mantener la “normalidad” en un escenario de excepcionalidad. Incapaces de asumir los cambios y replantearse su función, sus principios y su vida, se esfuerzan en vano por demostrar que pueden mantener su actividad anterior sin que les afecten los sucesos externos, como si vivieran ajenos al mundo que les rodea, temerosos de acoger la duda, creyendo que esto es solo un paréntesis cuando en realidad es un punto y aparte. Músicos tocando mientras el barco se hunde en lugar de tratar de ponerse a salvo y ayudar a los demás. Negar la realidad puede ser un error de dramáticas consecuencias. El mundo que conocíamos no volverá. Esta es la oportunidad para construir uno mejor, pero ¿seremos capaces de aprender la lección?

4 comentarios:

Rosa Mª Villalta dijo...

Muy buena reflexión Bernardo.

Saludos.

Charo Bolívar dijo...

Buena reflexión y tengo que decir que durante el tiempo en que tuve mis hijos e ir a trabajar siempre iba como loca, no tenía tiempo para nada y tenía que sacarlo de donde fuera. No me di cuenta de que no era una super woman hasta que no caí enferma. Nunca nos damos cuenta de queno se puede estirar la vida como una goma porque luego nunca vuelve a quedar igual.

Saludos

Susana dijo...

La verdad no creo que aprendamos. Un beso

Quijo - Meli Polo Fdez dijo...

Ojala seamos capaces de aprender, ojala...

Un fuerte abrazo