martes, diciembre 05, 2023

No tengo claro cuáles fueron mis aciertos y mis errores. Conozco el lugar adonde me han llevado mis decisiones, aunque en la mayoría de las ocasiones la elección no dependiera de mí, pero ignoro dónde estaría en caso de, en algún momento, haber tomado la opción contraria a la que escogí. Preferimos pensar que fue el destino quien nos condujo hasta aquí, que al fin y al cabo el resultado no está nada mal, y que todos los sinsabores han merecido la pena. Nos da miedo dudar, imaginar una realidad distinta, soñar un destino más fructífero y pleno, porque eso tal vez excluiría muchas de las personas y las cosas que nos hacen la vida más fácil y a las que no estamos dispuestos a renunciar. No nos conviene asomarnos al abismo de la duda, es mejor conformarse con lo obtenido, pero a veces me resultaba inevitable pensar qué habría sido de mi vida si hubiese elegido aquel camino que no me atreví o no me dejaron tomar.


 

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