lunes, septiembre 23, 2002

He tirado la agenda.
Quiero aprovechar esta oportunidad.
Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos pensado que nos gustaría romper con el pasado para siempre, para comenzar una nueva andadura sin el pesado lastre de los años vividos y de los recuerdos que nos atrapan impidiéndonos avanzar.
Y ahora que el destino me da esta ocasión no puedo rechazarla. Al menos me gustaría probar a empezar una vida nueva.
Además en una semana nadie me ha llamado ni ha venido a verme, así que no debo de tener muchas amistades o por lo menos que merezcan la pena.
Hoy es el primer día del resto de mi vida. Bueno, mejor dicho el octavo.
Y aunque muchas veces lo he intentado sin lograrlo, ahora no me cuesta creer que va a ser la definitiva.
Esa agenda era una trampa del pasado. Si alguien se interesa por mí que venga a buscarme. No voy a ir por ahi mendigando.
No es mi estilo. No sé si antes lo sería, pero ya no.
Lo malo es que me da miedo empezar de cero. No tengo nada en qué apoyarme. Todo es desconocido. Pero ese miedo es necesario. No quiero volver a andar los mismos caminos de siempre. Nunca más. Nunca.

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