lunes, noviembre 25, 2002

No tengamos prisa.
No hagamos las cosas a su tiempo, sino cuando nos dé la gana.
Las cosas no tienen un tiempo, eso es sólo lo que nos hacen creer para que cumplamos lo que quieren de nosotros, para que no nos adelantemos a lo presupuestado ni nos demoremos más allá de lo que están dispuestos a esperar.
Hoy no se me apeteció hacer nada, así que me pasé el día en casa tumbado escuchando a Hooverphonic, Antonio Vega y David Gray entre otros, era lo que me pedía el cuerpo.
Lo que para muchos sería perder el día para mí significa ganarlo, un día arrebatado al desgarrado paso del tiempo, unas horas en las que me siento del otro lado del mundo que ellos llaman real.
Habitando en la infinita calma del desierto.

No hay comentarios: