miércoles, enero 15, 2003

Cientos o miles de kilómetros nos separan.
Quizás nunca nos conozcamos, es lo más seguro, y si lo hiciéramos un día quién sabe si encontraríamos algo demasiado distinto a lo esperado.
Puede que seamos muy diferentes, lo afirmaría sin duda, que más allá de la distancia nos separen cosas mucho más importantes.
Pero todo eso da igual en este momento.
Ahora mismo, en este preciso instante en que te hablo en silencio, nada nos separa ya. Estamos solos tú y yo sin nadie que nos observe ni nos juzgue, unidos en un acto irrepetible. Y me siento bien, confiado, seguro, dispuesto a destapar todas mis cartas y a revelar secretos que yo mismo ignoraba.
Porque cientos o miles de kilómetros no son nada cuando se escribe y se lee con el corazón, y ahora mismo te siento aquí a mi lado, y nada hay más allá de este momento dichoso en el que fugaces nos encontramos.

No hay comentarios: