jueves, enero 02, 2003

Es fácil buscar excusas.
Todo tiene una explicación aparentemente lógica, pero la lógica es sólo el juego del engaño.
Cuando algo en tu vida no es como te gustaría que fuese tratas de hallar una justificación externa a lo que está pasando, de encontrar una salida con la que anestesiar la conciencia y evitar dar demasiadas vueltas intranquilo en la cama.
El problema son siempre los demás, las circunstancias, la sociedad, la vida o es que las cosas simplemente son así y no se puede hacer nada por cambiarlas.
Algunos hasta se lo creen.
Pero convendría dudar de si hemos puesto todo de nuestra parte, si hemos hecho lo que debíamos o por el contrario nos hemos dejado llevar en la comodidad y el lamento.
Seguro que no.
Pero habrá que volver a inventar nuevos motivos, pensar que la causa de nuestros males es mayor que nosotros, porque no nos gusta sentirnos culpables de nada.
Hoy hay muchos dispuestos a tirar la primera piedra.

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