miércoles, abril 23, 2003

El doctor no escuchaba mis peticiones mientras se empeñaba en que tomara las pastillas para la memoria. Yo le repetía que no quería tomarlas, que no deseaba recordar nada. Me miró seriamente, sintiendo cuestionada su autoridad y me dijo “¿Y a quién le importa lo que usted quiera?” Tuve que darle la razón y seguir tomando dos comprimidos después de las comidas. Siempre que me acuerdo, claro.

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